Había una vez una hormiguita
y una cigarra que eran muy amigas. Durante todo el otoño la hormiguita trabajó
sin parar, almacenando comida para el invierno.
No aprovechó el sol, Ni la brisa de la tarde, ni la charla con
los amigos tomando una cervecita después de un laborioso día.
Mientras la cigarra, que
andaba cantado con los amigos en los bares de la ciudad, no desperdició ni un
minuto. Cantó en durante todo el otoño, bailó durante todo el otoño, aprovechó
el sol y disfruto con sus amigos, y no se preocupo nada por el mal tiempo que
estaba apunto de llegar.
Cuando llego el frío
invierno, la hormiguita se metió en su casa mientras que la cigarra le pidió a
la hormiguita que le cuidara su casa ya que el pasaría el invierno en las islas
del mediterráneo.
Durante años y años la rutina
de la hormiga y la cigarra no cambio en absoluto. Asta que un día le dijo la
cigarra a la hormiguita
+Hormiguita, hormiguita vente
con migo de viaje que este otoño as trabajado muy duro y te lo tienes que pasar
bien sino te arrepentirás mas adelante.
La hormiguita rechazo su
propuesta y siguió años y años.
Ya la cigarra y la hormiga ya
viejos en el asilo recordaban viejos tiempos, a lo que la hormiga contesto:
-Que pena no haberme ido
contigo de viaje, y no haber estado con los amigos y no haber pasado aquellos
momentos tan buenos...
Moraleja:
No te pases toda la vida
trabajando, ten tu tiempo libre y pásatelo bien, que solo
tenemos 1 vida, ¡Así
que a aprovecharla!
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